Nota de reconocimiento

San Juan de la Rambla posee un importante patrimonio arquitectónico civil y religioso, que las distintas generaciones de sus habitantes nos han legado para su contemplación y disfrute; todo ello enmarcado dentro de un entorno natural que sus moradores han sabido conservar. Este blog quiere hacerse eco de ese sentir de divulgación y popularización del patrimonio que tanto ha costado levantar y conservar a lo largo de los cinco siglos de existencia del municipio.

Iglesia San Juan Bautista



Iniciamos nuestro recorrido del patrimonio del casco histórico de San Juan de la Rambla en la Iglesia de San Juan Bautista, patrono del municipio y del que deriva su nombre.
El actual templo, se ha ido configurando en diferentes fases desde que se construyó la primera ermita en el siglo XVI hasta su última ampliación y reformas de mediados del siglo XX.
La primitiva ermita que mandó a construir el reconocido fundador del pueblo, don Martín Rodríguez, se realiza hacia 1530. Esa ermita se puede apreciar hoy en lo que se conoce como la Capilla Mayor (1).

En el plano adjunto, se puede ir viendo las distintas ampliaciones y los años en que se acometieron. Así se comprueba las acometidas en 1568 (2), la de 1614 (3) y la sacristía antigua en 1617 (4). En la segunda mitad del siglo XVII, se construye la Capilla de la Misericordia (5), la Capilla del Rosario (6) y se completa la segunda nave (7). A principios del siglo XIX , la Capilla de la Inmaculada (8) y su sacristía (9). En la segunda mitad del siglo XIX, el Bautisterio (10) y el camarín del Nazareno (11).
En 1927, la Capilla del Cristo (12) y su sacristía (13). Las últimas ampliaciones (14-15) y colocación del reloj de la torre, a mediados del siglo XX.
La edificación está conformada por dos naves, separadas por amplios arcos modulares que descansan en columnas de orden toscano sobre plintos y en pilastras adosadas a las paredes. Llegó a tener pavimento de piedra labrada. Presenta puertas enmarcadas por arcos de medio punto que descansan en salientes moldurados a modo de capitel. En la parte superior de cada una de las pilastras laterales de las puertas exteriores aparece una voluta labrada en forma de espiral.
La piedra que se utilizó para configurar los distintos elementos arquitectónicos que aparecen en el templo fue la ignimbrita.
La ignimbrita la podemos encontrar con dos texturas diferentes. Una es de color gris, muy soldada y densa, que corresponde a la cantera de San Juan y otra con tonalidades ocre amarillento de mediana densidad y con flamas muy marcadas que corresponde a la cantera de La Rambla o El Rosario.
Encontramos la ignimbrita gris labrada en las siguientes estructuras de la iglesia:

1.- Amplio arco de medio punto sostenido por gruesas pilastras, que corresponde a la entrada a la Capilla de la Inmaculada o Nuestra Señora de la Concepción.

2.- La piedra que enmarca el ventanal abocinado que da al exterior en su fachada sur.

3.- La lápida colocada en el exterior del templo y justo donde se encuentra la Capilla de la Inmaculada, fachada sur, que indica el año de su construcción y el nombre del benefactor que sufragó su construcción, Vicente Alonso del Castillo.

4.- Piedra tallada de la Capilla del Cristo de los Dolores de estilo neogótico. En el pórtico de la capilla observamos tres partes bien diferenciadas.
  1.  Plintos y pilastras acogen frontalmente a medias columnas lisas adosadas, que poseen originales capiteles.
  2. Sobre las medias columnas y las pilastras, aparece un arco de medio punto y dos pequeñas columnas adosadas con todos sus elementos, por cada uno de sus lados. Estas columnitas soportan una fina cornisa que, junto a ellas y al límite superior del arco, forman un campo liso de fondo.
  3. En el centro de la cornisa, una vistosa cartela alada de motivos vegetales acoge la leyenda: “Stmo. Cristo”. Por encima de ésta, se eleva un pedestal, donde se instala una cruz. Debajo, una cola de ramas y hojas que nacen en un anillo que las sujeta, descansa sobre la moldura del arco, sobrepasándola.


El interior de la capilla es de planta rectangular y de proporciones reducidas, exceptuando su altura, que posee un sencillo artesonado de madera. En dos de sus ángulos más visibles, aparecen sendas columnitas, sostenidas por ménsulas que pretenden sostener la armadura de madera. Cerca de la cubierta, a la izquierda, se encuentra dos achatados ventanales enmarcados por pequeños arcos de medio punto sostenidos por medias columnas adosadas con capitel, que se amparan en recodos o espacios que les dejan las pilastrillas laterales y la central. En la base de este sistema nos encontramos tres cubos a modo de pequeños plintos, que sostienen a las pequeñas y robustas columnitas. Una fina moldura de sostén aparece en la base y a lo largo de estos vanos.
5.- Puerta del Bautisterio, con arco sencillo de medio punto, sustentado por capitel y pilastras con sencillas molduraciones.
6.- Puerta del camarín del Nazareno, similar a la anterior. Los escalones que daban acceso a este recinto fueron sustituidos por otros de configuración más moderna.
7.- En la torre, situada en el extremo noroeste del templo y que ha sido remodelada en diferentes ocasiones, observamos varios tramos. El primero, corresponde al enlosado de cantería frontal, que va desde su base hasta el comienzo de la zona del campanario en la fachada del templo. A continuación, un cuerpo finamente labrado que contiene en sus cuatro lados vanos terminados en reducidos arcos de medio punto, donde se instalan las campanas. En el último tramo contemplamos el labrado fino de las pilastras en esquinas y las tallas circulares que rodean la esfera del reloj; así como, los pequeños canes que simulan sostener los aleros de cemento, de los que parte el tejado. En la parte del campanario existen tres estrechas y delicadas cornisas convexas. Una de ellas se encuentra a la altura de sujeción de las campanas y se interrumpe por el vano que las cobija.
8.- La sencilla y delicada cornisa convexa que se encuentra sobre el muro de la fachada del templo bajo las tejas y que continúa por la cara sur en un tramo corto.
Con la ignimbrita de la cantera del barrio de la Rambla, encontramos los siguientes elementos:

1.- En el exterior:
1.1.- Las dos puertas del frontispicio y la ciega situada en la fachada sur, están formadas por arcos adovelados de medio punto moldurados, que descansan en elementos a modo de capitel que coronan las pilastras laterales donde se apoyan. Éstas con basas muy deterioradas, dejan vislumbrar molduras que acaban en sencillas pero originales volutas en forma de espiral que enlazan con los capiteles, en los que observamos el labrado de curvas y contracurvas separadas por filetes y bordes redondeados, que le confiere gran belleza.
1.2.-Los ventanales enmarcados por gruesos bloques de piedra tallada, abocinados hacia fuera para facilitar la entrada de la luz exterior, que culminan en arcos de medio punto sin molduración.

2.- En el interior:
2.1.- Todos los arcos de medio punto que sostienen el artesonado y las tejas de la cubierta. Al ser más ligera que la piedra de la cantera de San Juan, es utilizada para reducir el peso de la cubierta. Tienen diferente talladura. Cuatro de ellos con labras centrales sencillas, con un ligero rebaje interior. De los otros dos hay que destacar las grandes dimensiones del arco que separa la cabecera del templo del resto de la nave más ancha y que contienen cuatro molduraciones a lo largo de su recorrido en cuyo centro se encuentra la talla del emblema de la orden de los dominicos. El otro, de configuración más sencilla y lisa presenta una profunda acanaladura central. Sus extremos descansan en una columna toscana y una pilastra adosada a una de las paredes de la capilla mayor.
2.2.- Pilastras que incrustadas en paredes sostienen los ya citados arcos. Cada una de ellas presentan peculiaridades diferentes.
2.3.- Partes de la primera columna que nos encontramos al entrar en la iglesia donde se combina, con originalidad, las piedras de ambas canteras.
2.4.- Puerta que comunica la capilla mayor con la sacristía antigua. Presenta arco de medio punto y pilastras a modo de jambas que hacen un todo liso con molduración sencilla que parte de una de las basas, continuando sin interrupción hacia su homóloga, pasando por su borde interior. Presentan un primitivismo evidente, por su robustez en el tamaño de sus dovelas y bloques laterales, en relación a su tamaño.


1) CAPILLA MAYOR

De regulares proporciones y planta rectangular, forma la cabecera de la iglesia, accediéndose a ella mediante unas gradas.

a) El retablo

Cubre toda la superficie de la pared de fondo. Dispone de amplio banco en el que descansan sus tres calles divididas en dos pisos. Tres hornacinas se abren en el inferior y una en el centro del superior, flanqueada por dos óleos.
Es una obra de madera tallada, policromada y dorada con fondo blanco, las calles están separadas por columnas salomónicas pareadas. No posee ático, en su lugar hay una tarja en la que aparecen dos leones rampantes que sostienen una cartela coronada, en cuyo interior, destacan una tiara papal y dos llaves cruzadas.
Interesante retablo barroco – cuya construcción se estaba gestando ya en 1707- , al que más tarde se le añadió un manifestador de corte neoclásico antepuesto a la hornacina central del primer piso y actualmente retirado por su grave estado de deterioro.

b) Imágenes y pinturas
A lo largo del tiempo, las imágenes que figuran en él han ido cambiando de posición o han sido retiradas. Actualmente nos encontramos con las siguientes:
En el nicho del piso superior hay una talla de Cristo Crucificado bajo dosel de terciopelo; los lienzos citados representan, la Anunciación, donde aparece María arrodillada en un reclinatorio ante un libro abierto y frente a ella un ángel portando un ramo de azucenas. En lo alto, el Espíritu Santo entre rayos, nubes y querubines. En su parte inferior hay una inscripción que indica que fue donado en 1759 por Antonio Rodríguez Barroso. El otro óleo representa al patriarca San José, de pie, sosteniendo en sus brazos al Niño Jesús. En su borde y bajo la tela hay una inscripción que indica que fue donado por José Francisco Granadilla.
En el piso inferior, en su nicho central nos encontramos con la imagen de San Juan Bautista que se venera actualmente. Ya estaba inventariada en 1664; pero fue restaurada ,hace unos pocos años, por el imaginero Ezequiel de León. Es una talla policromada y estofada -su cuerpo está ejecutado en madera de viñátigo y su cabeza en caoba-, de 117 cms. de alto. Cubierto por pelliza con adornos dorados. Lleva en su mano izquierda una banderola y ,a sus pies, un cordero recostado. Esta talla estuvo mucho tiempo abandonada en dependencias de la iglesia debido a su estado de deterioro y fue sustituida por otra adquirida en los talleres de Tomás Marqués de Barcelona en 1923.
En el nicho al lado de la epístola se halla expuesto una imagen de San Sebastián. En el nicho al lado del evangelio, San Pedro Apóstol. Es una magnífica talla de madera estofada y policromada; aparece ya inventariada en 1680 y aún conserva su original prestancia; a pesar del deterioro que le ha ido causando sus más de tres siglos de existencia.


2) CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

Situada en la cabecera de la iglesia en el lado del evangelio enfrentada a la de la Inmaculada y con proporciones similares, aunque con mayor antigüedad. La devoción por Nuestra Señora del Rosario debió ser muy intensa desde antes de proceder a la construcción de su capilla dado que la imagen de la virgen ya estaba inventariada en 1669 y colocada en un nicho, con corona de plata y varias joyas de adorno, corroborándolo el hecho que antes de 1677 pensaran en erigirle una espaciosa capilla en lugar destacado del templo.

a) El retablo

Cubre también casi la totalidad de la pared y es una muestra barroca de estípites abalaustrados, formados por dos cuerpos divididos en tres calles. En el inferior presenta tres hornacinas; la central de mayor tamaño destinada a la Virgen del Rosario, actualmente está ocupada por la Sagrada Familia, encontrándose en sus laterales un Cristo Resucitado y San Antonio de Padua. En el superior existió un solo nicho ocupado por la Milagrosa. Hace muy poco tiempo, se reinstaló un óleo sobre lienzo restaurado que representa la Coronación de la Virgen que se encontraba en la sacristía de la Capilla del Cristo de los Dolores, flanqueado por sendos óleos sobre lienzo representando a Santo Domingo de Guzmán y a Santo Tomás de Aquino.
La decoración, aparte de los adornos principales a base de los citados estípites, está organizada con motivos florales policromados. Al pie y en el lado de la epístola, figura una leyenda que indica que fue donado por Baltasar Rodríguez Barroso en 1765.


b) La titular y otros objetos de culto

La efigie de Nuestra Señora del Rosario es de las llamadas “de candelero”, pues solo tiene talladas y policromadas cabeza y manos. Mide 125 cms. de alto y está vestida con tejidos naturales y peluca. Su rostro es de facciones delicadas, con nariz recta y labios pequeños cerrados, esbozando una leve sonrisa.
El Niño Jesús es una bella talla policromada, con ojos de vidrio azul zafiro, muy deteriorado y retirado del culto desde que se formó el mencionado grupo de la Sagrada Familia a principios del siglo XX, formado, junto con la Virgen del Rosario, las imágenes de San José que ya existía en el templo desde el siglo XIX y el Niño Jesús adquirido en 1910.
El Cristo Resucitado que se encuentra en la hornacina del lado del evangelio, fue comprado con fondos parroquiales más lo recaudado en una recolecta pública, en 1911. Se conserva aun la talla antigua a la que daba culto la cofradía de la Misericordia en otras dependencias del templo y merece ser rescatada.
San Antonio de Padua está expuesto en la hornacina del lado de la epístola. Viste hábito franciscano y porta una vara de azucenas, sosteniendo sobre un libro al Niño Jesús. Mide 155 cms de alto y es obra del afamado escultor sevillano José Valentín Sánchez realizada en 1787.


3) CAPILLA DE LA INMACULADA


Situada en el lado de la epístola junto a la cabecera de la nave mayor, fue ideada por Manuel Vicente Alonso del Castillo, alcalde real del lugar en aquellos años (1790) en que surge la idea. Este feligrés, insigne benefactor de la iglesia parroquial de San Juan de la Rambla dado el número considerable y la calidad de sus donaciones, fue un gran devoto de la Purísima Concepción, solicitando licencia para fabricar capilla en la parte más conveniente del templo al Obispado de Tenerife.
Los permisos y el comienzo de las obras se retrasaron y no concluyó su construcción y posterior bendición hasta el mes de marzo de 1809.



a) El retablo
Cubre todo el testero hasta su unión con la techumbre, con madera policromada y dorada. Posee un único cuerpo dividido en tres calles separadas por elegantes columnillas. Como remate un ático que muestra en el centro un lienzo representando a la virgen con el Niño y San Francisco en actitud orante. Los diferentes elementos arquitectónicos que conforman su estructura están pintados simulando mármoles y jaspes veteados en tonalidades blancas, verdes y rojas, orlados de oro.

b) La imagen titular
La imagen de la virgen se trajo de la Habana sufragada por Manuel V. Alonso del Castillo. Es de las llamadas vírgenes de candelero, de 117 cms. de alto, teniendo solo talladas y policromadas la cabeza y sus manos, según costumbre tan en boga en los tiempos del barroco. Representada de pie con las manos unidas en actitud orante. Rostro conformado por un perfecto óvalo. Labios finos, apretados; nariz recta y ojos de vidrio pintados de marrón levemente entornados bajo cejas de suave curvatura. Pelo natural que le cae abundantemente sobre hombros y espalda. Sobre sus sienes, una corona de imperios rodeada por un halo de doce estrellas con piedras de colores, todo de plata dorada. A su pies, una luna.

c) Otras imágenes
La de San Fernando Rey es una talla estofada y policromada. Aparece de pie, vestido de guerrero, empuñando una espada en su mano derecha mientras que en la izquierda sostiene un globo rematado por una cruz. La peana tiene forma de cojín en su parte superior. Esa figura aparece inventariada ya en 1702, hallándose expuesta, en esas fechas, en el altar de Ntra. Sra. Del Rosario, y en 1724 en el retablo mayor. El Arcángel San Miguel es otra talla policromada. Representado como jefe de las legiones celestiales, cubierto de armadura y casco, porta espada y balanza con dos figuras de almas. De su espalda salen sendas alas rectas. A sus pies, el demonio –cuya cabeza pisa- sobre una basa dorada con grandes asas.
Perteneció a la Cofradía de las Ánimas, que le daba culto a principios del siglo XVII. Aparece inventariada ya en 1609.


4) RETABLO DEL CALVARIO

Es el primero que encontramos al entrar en la iglesia por su puerta principal de la nave lateral o del Rosario. Un amplio arco carpanel enmarca su única hornacina, que flanquean dos pares de estípites abalaustrados sosteniendo un entablamento coronado por un gran remate con cartela, en cuyo interior, bajo el anagrama de María, una leyenda en latín que dice: “Eja mater fons amoris”. Adosados a los laterales, sendos tableros recortados. Todo ornamentado con motivos florales policromados y dorados. En el se expone el grupo del Calvario formado por el Crucificado, La Dolorosa y San Juan Evangelista.


a) Imágenes

Desde el siglo XVI, sucesivos inventarios reflejan la existencia de un Calvario.
El Crucificado actual es una talla policromada, de ojos pintados entornados y boca entreabierta. Las sienes ceñidas por una corona de espinas formada con cuerdas trenzadas, y el paño de pureza de lienzo encolado, recogido en el costado izquierdo. No hay seguridad que sea el actual; pero desde mediados del siglo XVII, se inventaría la existencia de un Cristo Crucificado.
La Dolorosa es una imagen de las denominadas de candelero, preparada para llevar vestiduras de tela. La cabeza está girada hacia su lado derecho. La boca entreabierta, los ojos mirando hacia lo alto y el ceño fruncido, consiguen que su rostro refleje un contenido dolor. Su mano derecha está apoyada en el pecho, mientras extiende la otra al frente. Viste túnica y manto de terciopelo negro, luciendo solio de rayos de plata con una piedra blanca al centro y el consabido puñal clavado en el corazón. Aunque no hay avales documentales que lo certifiquen. Diversos autores afirman que procede de Guatemala y fue tallada hacia la mitad del siglo XVIII.
El grupo lo completa, San Juan Evangelista, figura moderna de vestir, adquirida en 1904. En documentos inventaríales de la parroquia, se habla de la presencia de una imagen del Evangelista anterior a 1545; en otros inventarios, se habla también de otra imagen perteneciente a la Cofradía de la Misericordia que la compra en 1654 y que lucía una diadema de plata.


5) RETABLO DE JESÚS NAZARENO


Contiguo al del Calvario y formado por un solo cuerpo dividido en tres calles. Finos estípites abalaustrados destacan sobre fondos blancos y rojos cubiertos por abundante decoración vegetal en tonos dorados. En su ático hay una pintura que representa a San Cayetano y en el banco otra de María y Jesús, cuya tela está muy deteriorada. Su construcción fue costeada en 1763 por J. Antonio Quevedo.

a) Imágenes

Las hornacinas laterales acogen dos imágenes modernas de la Virgen de Fátima y la del Pilar. En la central está la efigie del Nazareno, que luce túnica de terciopelo rojo y solio de rayos de plata orlado de querubines. A sus pies, dos angelitos sentados que sostienen las borlas del cíngulo.
Esta imagen de las denominadas de vestir, tiene talladas solamente la cabeza, manos y piernas. El pelo y la barba dispuesto en rígidas ondas. Ojos grandes pintados de marrón; boca entreabierta, unos hilillos de sangre surcan su rostro de sienes ceñidas por una corona de espinas, todo ello da un efecto de gran dramatismo.
Un inventario de 1680 recoge ya una imagen de esta advocación. En 1702 se afirma que está situado en el altar de la Candelaria. También aparece en otro de 1724, donde ya disfruta de cofradía propia. Esta imagen seguramente fue adquirida a finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII.



6) CAPILLA DEL CRISTO DE LOS DOLORES

Esta capilla se encuentra situada entre el camarín del Nazareno y la capilla bautismal. Su acceso es un arco de medio punto flanqueado por columnas adosadas, rematado en una cruz sobre una cartela con motivos florales donde existe la leyenda: “Sto. Cristo”. Todo en piedra gris labrada procedente de la cantera de San Juan. Una verja de hierro forjado impide el paso.
De reducidas dimensiones de planta rectangular y cubierta de madera de tea en cuyas esquinas simulan sostener unas columnitas de piedra apoyadas en ménsulas.
En la parte superior de la izquierda, dos ventanas de cantería, cerradas por cristales. En la otra, una puerta comunica con su sacristía. En su piso de mármol, existe una losa de idéntico material con una inscripción que dice “Sepulcro de los fundadores de esta Capilla D. José Díaz-Llanos Rodríguez y esposa Doña Dolores Díaz-Llanos Oramas. R:I:P: 1923”

a) Retablo

De caoba adosado al testero, formado por elementos góticos fileteados de oro, la única hornacina en forma de arco apuntado y en una cruz chapada en plata, acoge la imagen del Cristo.

b) Imagen

El Cristo es una talla policromada, de brazos articulados para poder usarlo como yacente. Con cuerpo suavemente curvado y cabeza coronada de espinas inclinada hacia su lado derecho, con los ojos cerrados y boca entreabierta. El pelo le cae en mechones sobre los hombros y la espalda. Le cubre un paño de pureza de acartonados pliegues, atado a la cintura con una soga. Luce solio de finos rayos que parten de un centro en forma de nubes.
En 1904 estrenó una cruz y base procesional, repujadas en plancha de níquel realizada por el maestro lagunero Joaquín Arocha.









7) RETABLO DEL CORAZÓN DE JESÚS


Situado entre la capilla del Cristo de los Dolores y de Nuestra Señora del Rosario, ha sufrido múltiples transformaciones y repintes que hacen imposible conocer su estado original. Posee tres calles que dividen su único cuerpo y con interesantes columnas que las separan, todo ello rematado en un ático enmarcado en grandes cartelas en la que figura una pintura del Gran Poder de Dios. Sobre fondo blanco, toda la estructura está decorada con motivos vegetales en tonos rojos, azules y dorados.
En su hornacina central está una imagen moderna del sagrado Corazón adquirida en 1914 por Rosalía Borges Pérez.
En uno de sus nichos laterales está expuesto un Niño Jesús. Figura de pie con los brazos extendidos, con facciones bien formadas, boca pequeña que parece esbozar una leve sonrisa, ojos grandes pintados de marrón, con frente ancha y despejada. Su pelo formando rizos está muy bien labrado, así como una gran moña en lo alto peinada hacia atrás. Viste túnica de terciopelo rojo bordada en oro, luciendo sobre sus cabeza una media luna de rayos flameados en plata repujada.
Ya desde 1548, aparece registrado en los documentos parroquiales un“Niño Jesús de bulto dorado”. En 1626 disponía de cofradía y en 1664 se adquirió una nueva imagen que se desconoce si es la que actualmente figura en dicho retablo.
La otra hornacina está ocupada por San Juan Nepomuceno, talla estofada y policromada que viste sotana negra, roquete blanco y media capa de ramos dorados. Con rostro barbado y los ojos dirigidos a lo alto, con expresión atribulada. En su mano izquierda sostiene una palma. Se cubre con un bonete del que prenden unas borlas.


8) RETABLO DE LAS ÁNIMAS


Situado en la pared lateral, a los pies de la nave mayor. Contiene solamente una pintura al óleo con el tema de las Ánimas del Purgatorio; en sus flancos, dos estilizados estípites abalaustrados, que soportan amplio entablamento. El conjunto está rematado por un tablero recortado que, en su centro, una cartela muestra una calavera con mitra sobre dos tibias. A ambos lados, sendos tableros recortados, enmarcan el retablo. Todo decorado con grandes hojarascas enlazadas en sinuosas y amplias curvas, predominando los tonos rojos, verdes y dorados sobre fondo blanco.
En el lienzo, pintado a mediados del siglo XIX por el pintor lagunero José L. Bello Espinosa, se distinguen tres planos. En el inferior aparecen las ánimas entre llamas. A los lados una serie de personajes, destacando un obispo revestido con ornamentos propios de su rango, clérigos, etc. También está San Miguel Arcángel con armadura y la Virgen María en actitud protectora. En el centro destacan dos ángeles que elevan un alma. En lo alto, la Trinidad rodeada de santos y otros seres celestiales.


10) RETABLO DE LA VIRGEN DEL CARMEN


Este retablo se encuentra en la pared de la nave mayor junto al crucero. Posee un solo cuerpo, dividido en tres calles, enmarcadas por estípites abalaustrados. Motivos vegetales, donde predominan el rojo y el dorado, cubren sus elementos. En el ático una pintura que parece representar al salvador en actitud de bendecir, sosteniendo en la mano izquierda un libro.
La Virgen del Carmen se encuentra en la hornacina central, talla también de vestir y adquirida en 1909. Luce túnica y manto blanco con ramos florales amarillos, escapulario marrón y toca de encaje. En su brazo izquierdo sostiene a su hijo. Existe aun otra imagen mucho más antigua de la Virgen del Carmen en otras dependencias de la iglesia, de mayor tamaño que la actual pero muy deteriorada.
En las hornacinas laterales encontramos a la izquierda, San Francisco de Asís; es una talla estofada y policromada de 84 cms. de altura. Sostiene un crucifijo en su mano derecha al que dirige su mirada. El hábito presenta decoración floral. Esta advocación recibe culto casi desde los tiempos fundacionales del templo. Dispuso incluso de altar propio en la centuria del siglo XVI; a la derecha encontramos, Santa Rita de Casia, obra en lienzo encolado y pintado, teniendo sólo esculpidas cabeza y manos. Viste el hábito negro de las agustinas ermitañas, decorado con flores doradas. Bello rostro oval y mirada extasiada, con una llaga en su frente. En su mano derecha un crucifijo y en la izquierda una palma plateada con tres coronas.



9) HORNACINA DE LA VIRGEN DEL PINO

Hace algunos años, entre el retablo de las Ánimas y el de la Virgen del Carmen, sobre una repisa en la pared, había una pequeña hornacina de planta trapecial y arquillos trilobulados sostenidos por columnitas de fustes bulbosos en el tercio inferior y estriados helicoidalmente en los otros, rematados por capiteles corintios. Diminutas decoraciones florales en relieve adornan sus diferentes elementos todo recubierto de oro.
En su interior se encuentra una pequeña imagen de Nuestra Señora del Pino, de 28 cms. de altura. Es una de las más antigua y valiosas de cuantas se conservan en la iglesia de San Juan. Se encuentra citada ya en documentos con fecha muy temprana y expuesta en el altar mayor en 1545.
Es una bellísima obra en alabastro policromado y dorado. De pie, vestida con túnica blanca y manto azul recogido delante de la cintura, sosteniendo en su brazo izquierdo al Niño Jesús que dirige su mirada hacia su madre, que mira al cielo unos grandes y expresivos ojos. El pelo rubio le cae en menudas ondas sobre la espalda. Ambos lucen sendas coronas de imperios en plata con piedras de colores, rematadas en cruces. La vestidura de la Virgen luce ricos ramos de flores doradas; mientras que las del Niño están recubiertas por ondas longitudinales irregulares en oro. Existe una inscripción enigmática en el lado derecho del pecho de la Virgen. Actualmente se encuentra en otras dependencias de la parroquia para su mejor custodia.

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