Casa de los López Oramas:
Esta casa está situada al final de la calle Mirador, está ubicada dentro del solar que ocupaba toda una manzana donde se construyó la casona de los Oramas Quevedo. La construyó a finales del siglo XVIII y principios del XIX, Domingo López Bautista que se había casado con Mª Rosario Oramas Quevedo, al adquirir parte de dicho solar a su cuñado Pablo Oramas Quevedo, que había comprado la legítima al resto de sus hermanos y hermanas.
En aquella época la casa lindaba por el norte con la caldereta, al igual que la casona de los Oramas Quevedo. El aluvión de 1826 afectó gravemente la planta baja de la casa y a todos los enseres que en ella había. La heredó su hija Josefa López Oramas que casó con Miguel Fernández del Castillo, vecino de los Realejos y descendiente de dicha familia. A su muerte, en 1884, la hereda su hija Margarita Fernández López que era la esposa de Miguel Díaz Llanos. Posteriormente la hereda su hija Rosa Díaz Fernández, casada con Manuel Hernández González, vecino de Arico. Cuando muere en 1939, hereda el usufructo de la misma Josefina Hernández Díaz-Llanos, casada con Antonio Montes Bautista que fue Alcalde del pueblo en los años 1935-36. En la actualidad sigue perteneciendo a dicha familia.
Esta casa ha sufrido muchas modificaciones tanto interior como exteriormente. En su fachada principal que da a la calle Mirador, conserva la cubierta de teja, con cornisa dentada bajo el alero, el resto es de azotea. De la primitiva fachada sólo quedan algunas ventanas de la planta alta con marco bocelado, antepecho, hojas y postigos de cuarterones con cojinetes lisos y cristales en su parte superior.
En el interior conserva el segundo tramo de su escalera de madera, que finaliza en la antesala en una barandilla de balaustres torneados, las salas principales que dan a la calle Mirador, tienen techo artesonado y piso de madera; el resto de la casa es fruto de las sucesivas reformas acometidas durante el siglo XIX y XX.
Casa de los Castros:
Esta casa se encuentra también en la Calle Estrecha y hace esquina con la Calle Mirador. Es una casa que actualmente evoca estilo neoclásico pero que inicialmente era con estructura típica canaria.
Casa de los Castros o de los Torres |
La casa de la izquierda, reformada, pertenece actualmente a la familia Ruiz Martín. En aquella época se dedicaba para, uso del servicio, caballerizas, bodega, granero etc. La de la derecha, era la vivienda de la familia Granadillo de la Guardia.
La casa es heredada por sus hijas Catalina y Vicenta Granadillo de la Guardia (1747-1834). Catalina se casa en 1770 con el capitán y gobernador de armas José de Castro y Torres, originario de Icod, y compran la legítima a su hermana Vicenta quedándose con el uso de toda la vivienda. Éstos realizan importantes reformas, tanto en el interior como en el exterior de la casa, dándole a la fachada el estilo neoclásico que hoy presenta.
La casa es heredada por su hija Felipa de Castro y Granadillo (1780-1856), esposa de Nicolás Machado y Timudo. Luego pasa a su hija, Felipa Machado y Castro (1823-1891) casada con Benigno Torres y Cullen, originario de Icod, heredándola posteriormente sus hijos: Rosaura, Paulina, Fidela, Norberta, Adelaida y Benigno Torres Machado, de ahí que a esta casa se le llame también la casa de la familia Torres.
Balcón con balaustres de hierro |
La casa es de azotea con losas de piedra en sus muros. La fachada presenta amplia cornisa de cantería a la altura del techo de la segunda planta y otra de menor tamaño en el de la planta baja, en la que se apoyan los balcones de hierro que adornan cada una de sus ventanas.
Tras la puerta principal nos encontramos el zaguán y patio interior cerrado y con piso de losas, al que dan dos habitaciones. La escalera es de piedra en su primer tramo y entresuelo y de madera el segundo. Tiene baranda de balaustres cruzados iguales a los del balconcillo de la antesala.
La planta alta conserva el piso de madera en las habitaciones que dan a la fachada. El resto de las dependencias dan a una galería perpendicular a la zona principal.
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