Al final de la calle la Ladera, haciendo esquina con la calle de Arriba o de Antonio Oramas, encontramos una casa muy antigua, la más antigua del pueblo que aun permanece en pié. Desgraciadamente se halla en mal estado de conservación.
Fue la casa matriz de la familia Bautista Perdomo. En el siglo XIX, debido a sucesivos matrimonios pasó a una de las ramas de la familia Hernández en el pueblo.
Seguramente la construyó Juan Bautista Díaz (1596- ?) que estaba casado en segundas nupcias con María Gómez Perdomo. La heredó su hijo Pedro Bautista Perdomo (1659- ?) y de éste pasó a su nieto José Bautista Perdomo (1711-1785), esposo de Antonia Alonso del Castillo.
Casa de los Hernández que da a las calles Antonio Oramas y La Ladera |
Tiene cubierta de teja con cornisa corrida de cantería formada por prismas rectangulares, sobresale también una gárgola de madera. De sus fachadas destaca la puerta principal, de marco bocelado, bastante deteriorada, con cuarterones formados por cojinetes tallados y de enorme belleza. Las ventanas han perdido toda huella de su pasado.
Tras la puerta principal encontramos el zaguán que ha perdido su piso de lozas de piedra; pero si conserva dos magníficas puertas de cuarterones, con cojinetes similares a los de la puerta principal y que corresponden a las habitaciones de la planta baja. También las tres puertas que dan a la antesala; así como, las dos que comunican con las habitaciones principales, todas en la planta alta; tratan de imitar a la de la calle, pero son de construcción posterior. La puerta del zaguán que da al patio es de cuarterones y con doble apertura, como muchas de las de aquella época.
Zaguán de la casa de los Hernández |
Del patio se asciende al piso alto por una escalera de madera de dos tramos, con balaustres torneados y que lleva a la antesala a las que se abren las tres puertas señaladas anteriormente. Las tres salas de esta planta tienen un magnífico artesonado mudéjar con decoración de lacería, muy similar al de la casa de los Bautista Perdomo de la calle la Ladera.
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