Nota de reconocimiento

San Juan de la Rambla posee un importante patrimonio arquitectónico civil y religioso, que las distintas generaciones de sus habitantes nos han legado para su contemplación y disfrute; todo ello enmarcado dentro de un entorno natural que sus moradores han sabido conservar. Este blog quiere hacerse eco de ese sentir de divulgación y popularización del patrimonio que tanto ha costado levantar y conservar a lo largo de los cinco siglos de existencia del municipio.

Casa de los Hernández Oramas

Casa Hernández Oramas
Esta casa ocupa actualmente toda una manzana, cerrada por el este con un jardín y por el sur, con el antiguo edificio de La Alhóndiga. Su fachada principal da a la plaza de la Iglesia o de Rosario Oramas.
En siglos pasados, en esa manzana, además de la Alhóndiga que se utilizaba para guardar los cereales recogidos en las cosechas, existían dos casas. Las dos casas eran de dos plantas. Una de ellas, cuyo último poseedor de la misma fue la familia Méndez de Roxas, tenía su fachada principal para la Plaza Vieja o Plaza de la Constitución y estaba situada en los actuales jardines del lado este de dicha manzana y su parte trasera lindaba con la otra casa cuya fachada principal daba a la Plaza de la Iglesia y ocupando parte de la actual casa de los Hernández Oramas.

Salón principal
Esta última fue heredada por José Hernández Bautista, que se encontraba en América, de su tío el presbítero José López Bautista que fue párroco de la Guancha desde 1761 hasta 1775 y de San Juan, desde ese año, hasta su muerte en 1788. José Hernández Bautista regresa de América y se casa con Andrea Oramas Bautista, fijando su residencia en dicha casa. Adquiere los terrenos anexos a la Alhóndiga y las huertas que daban a la calle la Alhóndiga.


Salón comedor
En 1817, se produce un pavoroso incendio que se inicia en la casa de los Méndez de Roxas y se propaga posteriormente a la de la familia Hernández Oramas, ambas casas quedaron muy afectadas; sobre todo, la de la familia Méndez de Roxas que fue destruida por el fuego.

Tramo de la escalera de madera para acceder al piso superior
Galería de madera y patio interior















  Poco a poco, José Hernández Bautista va reconstruyendo su casa y agrandándola por el poniente de la calle la Alhóndiga y le dota de una fachada de estilo neoclásico. En 1826 adquiere los restos de la casa de los Méndez de Roxas y en ellos construye el actual jardín rodeándolo en su totalidad de un elevado muro para evitar las avalanchas que pudieran producir los aluviones como el que tuvo lugar precisamente en 1826, con gravísimas consecuencias en muchas casas y familias del pueblo.
Jardín de la calle La Alhóndiga

Mirador descubierto de madera y escalera de cantería
A su muerte en 1832, , hereda la casa su hijo Antonio Hernández Oramas, primer esposo de Mª Rosario Oramas Hernández. A la muerte de Antonio Hernández, sigue siendo la residencia de su viuda que vuelve a casar en segundas nupcias con Jesús María Delgado Bermúdez. Mª Rosario Oramas Hernández, llevó a cabo una gran labor caritativa y cultural de ahí que, actualmente, la Plaza de la Iglesia lleve su nombre. A su muerte, al no tener descendencia, heredan la casa sus sobrinos que vivían en La Laguna y Santa Cruz y sólo era habitada por temporadas. En 1947, la casa fue adquirida por la Familia Díaz-Llanos Bello, a la que pertenece actualmente.


Ventana con marco de cantería y con
balaustres de madera en forma de celosía
Su parte principal está cubierta de teja, con amplia cornisa corrida de cantería bajo el alero; otras partes tienen azotea. Destacan en su fachada principal, con marcado carácter neoclásico, los huecos de puertas y ventanas enmarcados de cantería, adintelados y planos, sin antepecho y con repisa labradas en el alféizar. Las ventanas de la planta baja tienen balaustres de madera en forma de celosía; en la planta alta, hay balcones con balaustres de hierro.

Tras la puerta principal se accede a un zaguán enlosado que al final posee otra puerta con marco adintelado de cantería muy similar a la anterior y que da acceso a un patio cerrado, que posee una parte con piso de losetas de piedra y otra ajardinada.

Al patio da también la galería de madera de cuatro lados, cerrada por cristales y sostenidas por pies derechos de madera con basa de cantería. Para acceder a la planta superior desde el patio, existe una escalera de dos tramos. El primero de cantería y el segundo de madera. Tiene baranda de balaustres planos, al igual que el balconcillo de la antesala.

Parte del muro exterior que cubre el jardín de la casa Hernández Oramas






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